Arzobispado de La Paz: Una Institución con Historia, Fe y Compromiso Social

El Arzobispado de La Paz, ubicado en la ciudad de La Paz, Bolivia, es una de las instituciones eclesiásticas más importantes y antiguas del país. Con una jurisdicción que abarca nueve provincias del departamento de La Paz, ejerce su ministerio pastoral junto a las diócesis sufragáneas de Coroico y El Alto, así como la prelatura de Corocoro. Actualmente, está bajo la guía espiritual del arzobispo Mons. Edmundo Abastoflor Montero, quien dirige su labor desde la emblemática Catedral Basílica de Nuestra Señora de La Paz, corazón espiritual de la arquidiócesis.

Una Historia con Profundas Raíces

La historia del Arzobispado de La Paz se remonta al 4 de julio de 1605, cuando fue erigido como diócesis por el papa Paulo V. Posteriormente, el 18 de junio de 1943, fue elevado al rango de arquidiócesis, consolidando su importancia en la región. Sin embargo, su legado se extiende aún más atrás en el tiempo, ya que en 1530 se estableció en esta región el primer obispado de América, marcando un hito en la historia de la Iglesia Católica en el continente.

Un Archivo que Resguarda la Memoria Colectiva

El Archivo del Arzobispado de La Paz es un tesoro histórico que custodia documentos e información invaluable sobre la labor de la Iglesia en Bolivia. Entre sus acervos se encuentran registros parroquiales que datan, en algunos casos, de finales del siglo XVII, aunque la mayoría pertenecen a los siglos XIX y XX. Estos registros, que incluyen alrededor de 200 libros, son fundamentales para el estudio de la demografía histórica, especialmente de la población indígena.

Además, el archivo conserva documentos que reflejan la relación de la Iglesia con las comunidades originarias y los trabajadores bolivianos, incluyendo información sobre conflictos territoriales y la lucha por los derechos de los pueblos indígenas. Esta documentación no solo es un testimonio de la historia eclesiástica, sino también de la historia social y política de Bolivia.

Compromiso con la Justicia y los Derechos Humanos

El Arzobispado de La Paz ha sido un actor clave en momentos cruciales de la historia boliviana. Durante la dictadura de Hugo Banzer, la sede del Arzobispado se convirtió en un refugio para las trabajadoras mineras y sus familias, quienes se declararon en huelga de hambre exigiendo el fin del régimen. Bajo el liderazgo del entonces arzobispo Mons. Jorge Manrique Hurtado, la Iglesia no solo brindó protección, sino que también medió con organismos internacionales para facilitar la liberación de presos políticos y el exilio de perseguidos.

Este período, documentado en los archivos del Arzobispado, refleja el compromiso de la institución con la defensa de los derechos humanos y la justicia social. Aunque el acceso a estos documentos es actualmente restringido debido a la falta de recursos para su tratamiento archivístico, su preservación es fundamental para mantener viva la memoria de estas luchas.

Un Legado que Perdura

El Arzobispado de La Paz no solo es un pilar de la fe católica en Bolivia, sino también un testigo y protagonista de la historia del país. Desde su fundación hasta la actualidad, ha mantenido un profundo compromiso con las comunidades, especialmente con las más vulnerables, demostrando que su misión va más allá de lo espiritual, extendiéndose a lo social y lo humano.

Hoy, bajo la guía de Mons. Edmundo Abastoflor Montero, el Arzobispado continúa su labor pastoral, preservando su legado histórico y reforzando su compromiso con la justicia, la paz y el bienestar de todos los bolivianos.

Arzobispado de La Paz: Fe, Historia y Compromiso con el Pueblo Boliviano.
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